El Franquismo de las últimas décadas del régimen experimentó algunas transformaciones políticas y económicas; sobre todo a la luz de presiones y relaciones internacionales (con EE.UU), con ministros tecnócratas de una nueva hornada, que si bien eran fieles católicos y leales al régimen, veían la economía bajo otras ópticas. A nivel de mentalidades y formas de vida son los años sesenta, del aperturismo y el seiscientos, de la emigración y los turistas del levante; de los nuevos planes de enseñanza de Palasí, de la oposición en la calle frente a los grises..., y los últimos estertores del régimen. Bien es cierto que el dictador murió en la cama, tras cuarenta años de postración económica y política para un país que apenas si obtiene destellos de las grandes transformaciones de Europa y del Mundo. Aquí tenemos una visión más de Javier Escribano y Ana Urbano.